(Cfr. www.almudi.org)
«Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento».
El autor de esta frase es Viktor Frankl, psicoterapeuta austríaco sobreviviente del holocausto y fundador de la Logoterapia, escuela psicoanalítica que busca ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida al identificar su sentido y propósito en la existencia.
Frankl, quien murió en 1997 a los 92 años de edad, logró convertir el sufrimiento en enseñanza, sacando provecho de los años más duros de su existencia.
Lo que no nos pueden arrebatar
«Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino. Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito«, reza otra de sus frases que ya son su legado a la humanidad.
Entre 1942 y 1945, Frankl estuvo en 4 campos de concentración, incluyendo Auschwitz. Lo que experimentó durante esos años fue inimaginable. Él logró sobrevivir; no así su mujer, ni sus padres, su hermano y su cuñada.
También perdió a amigos y colegas. Sin embargo, Frankl logró transformar el dolor, el sufrimiento y la muerte en pensamientos positivos.
Muchas de sus enseñanzas y de su legado forman parte de su emblemático libro ‘El hombre en busca de sentido’, un estremecedor relato en el que narra su experiencia en los campos de concentración. El libro fue publicado en Alemania en 1946, al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
El valor no está en el sufrimiento, sino en la actitud que afrontes frente al sufrimiento»
Durante todos esos años de sufrimiento, sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma.
La dignidad humana es indestructible
Él, que todo lo había perdido, que padeció hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que la vida, pese a todo, era digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles.
En su condición de psiquiatra y prisionero, Viktor Frankl reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana para trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas.
«Frankl nos transmite su axioma básico que es que la preocupación primordial del hombre no es gozar del placer o evitar el dolor, sino buscarle un sentido a la vida», sostiene Juan Martín Silvano Núñez, licenciado en Psicología y Miembro Acreditado de la Asociación Internacional de Logoterapia y Análisis Existencial de Viktor Frankl.
«El sentido es posible sin el sufrimiento o a pesar del sufrimiento. Para que el sufrimiento confiera un sentido ha de ser un sufrimiento inevitable, absolutamente necesario. Es decir, que el valor no está en el sufrimiento, sino en la actitud frente al sufrimiento», agrega.
La preocupación primordial del hombre no es gozar del placer o evitar el dolor, sino buscarle un sentido a la vida»
No rendirse
Núñez añade que «esta fascinante posibilidad de encontrar un para qué en nuestras vidas está al alcance de todos los seres humanos, pues lo que realmente importa es ser conscientes de los motivos -aquí influyen los valores espirituales trascendentes- para luchar y para sobrellevar las dificultosas condiciones de vida«.
Precisamente de eso se trata su legado. Aún en los momentos más adversos y traumáticos que podamos atravesar, siempre podemos elegir la forma en que vamos a abordarlos.
Encontrar el sentido a la vida tiene que ver no con preguntarse por qué a mí, ya que esa inquietud automáticamente nos coloca en el lugar de víctima.
Una vez que atravesamos el período de duelo e introspección, podemos empezar a cuestionarnos el para qué o el por qué no a mí, y a través de ese recorrido iremos encontrando el cómo.
«La capacidad de decisión permite ir construyendo una postura en la vida que genera un marco para la existencia. Está intrínsecamente relacionada con la gratitud, con la capacidad de dar respuesta en acto a la vida recibida», afirma Carolina Acevedo, integrante del Centro Viktor Frankl, en la página web del organismo.
«Se despliega en el espacio, porque este es el lugar en donde se aloja la vida y se reinscribe la existencia. La existencia es efecto del atravesamiento de una limitación», agrega Acevedo.
La dignidad nace como respuesta de la persona en tanto pueda recrear la relación con el obstáculo, dando sentido a la existencia»
Para Acevedo «la dignidad nace como respuesta de la persona en tanto pueda recrear la relación con el obstáculo, dando sentido a la existencia».
«El decir de Frankl surge, a mi entender, como respuesta en su existencia, después de que desde su particularidad extrajera un saber, una nueva relación con lo que condicionó su vida, y decidió trasmitirlo a quienes necesitaran servirse de él, para que cada uno pudiera reeditarlo en su caminar», puntualiza.
Resiliencia y buen humor
Encontrar el sentido a la vida es también un componente de la resiliencia, la capacidad que tenemos todos los seres humanos para superar situaciones traumáticas y salir fortalecidos de ellas.
La introspección, la iniciativa, la autonomía, la capacidad para relacionarse, las expresiones artísticas o deportivas, las creencias religiosas y las terapias convencionales y alternativas, son otros de los elementos a los que pueden aferrarse quienes se encuentran atravesando una situación dolorosa.
Es la capacidad que tenemos todos los seres humanos para superar situaciones traumáticas y salir fortalecidos de ellas»
«El humor es otra de las armas del alma en su lucha por la supervivencia. Es bien sabido que en la existencia humana el humor proporciona el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque sea por un breve tiempo», narra Frankl en ‘El hombre en busca de sentido’.
«Yo mismo entrené a un colega, compañero de trabajo, para desarrollar su sentido del humor. Le sugería cada día inventar una historia divertida, una historia que previsiblemente pudiera suceder tras nuestra liberación», añade.
El humor es otra de las armas del alma en su lucha por la supervivencia porque proporciona el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación»
Transformar lo que no nos gusta de nosotros
Marcela Holzstein, Counselor en Psicología Humanística y Directora de Mundo Kabala, plataforma online dedicada a la difusión de la sabiduría de la Kabala y el crecimiento espiritual, explica que «a mi entender existen dos propósitos. Mi talento especial para ofrecer a los demás, y lo interno (hacia adentro), hacia mí misma, es decir, mis rasgos negativos, mis sombras, mis defectos».
«Lo fundamental es poder transformarlos y pulirlos para ser una mejor persona para mí y para los demás. Pienso que todos debemos tratar de tomar conciencia de nuestra misión para llegar a sentirnos plenos y llevar una vida con sentido», subraya.
Encontrarle el sentido a la vida implica tener uno o varios propósitos, metas y objetivos por cumplir, trabajar a conciencia para lograrlos. Tener persistencia, constancia, perseverancia, y no claudicar si algo no sale como hubiéramos deseado.
En ese caso, habrá que revisar qué hicimos mal para poder encontrar otros caminos y herramientas que nos permitan acercarnos a nuestros sueños.
Encontrar el sentido a la existencia es una misión personal e intransferible, única e individual, que nos permitirá seguir construyendo nuestra identidad como seres humanos, redescubriéndonos en cada paso que demos.
Alejandro Gorenstein, en elcafediario.com/
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