Mil y una Fábulas (Latín-Inglés)

10 diciembre 2022

PELICULA DE LA SEMANA (9 Dic): El Menú

 (Cfr. www.filmaffinity.com)

El menú

Título original
The Menu
Año
Duración
107 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Seth Reiss, Will Tracy
Música
Colin Stetson
Fotografía
Peter Deming
Reparto
Compañías
Alienworx Productions, Hyperobject Industries. Distribuidora: Searchlight Pictures
Género
Comedia. Thriller. Terror | Comedia negra. Thriller psicológico. Cocina
Sinopsis
Una joven pareja viaja a uno de los destinos más exclusivos del mundo para cenar en un restaurante que ofrece una experiencia culinaria única. Sin embargo, el chef (Fiennes) ha preparado un ingrediente secreto que tendrá un resultado sorprendente en los dos enamorados.
Posición en rankings FA
Premios
2022: Satellite Awards: Nominada a mejor actor comedia (Ralph Fiennes)
Críticas

LIBRO DE LA SEMANA (9 Dic): Historias de mujeres casadas

(Cfr. www.todostuslibros.com)

 

Historias de mujeres casadas

Finalista Premio Planeta 2022

Autor/a: Campos, Cristina

Maridos, amantes y amigas van y vienen, pero el amor, el verdadero amor, permanece para siempre.Una novela sincera y actual sobre el matrimonio, la amistad, el deseo y el amor. Ga...
978-84-08-26561-0 / Editorial Planeta
22,50€
(21,63€ sin IVA) 
 
 

Sinopsis

Ficha Técnica

Materias:
Ficción moderna y contemporanea
Editorial:
Editorial Planeta
Colección:
Autores Españoles e Iberoamericanos
Encuadernación:
Cartoné
País de publicación :
España
Idioma de publicación :
Castellano
Idioma original :
Castellano
Autor/a: :
Campos, Cristina
ISBN:
978-84-08-26561-0
EAN:
9788408265610
Dimensiones:
230 x 150 mm.
Peso:
668 gramos
Nº páginas:
464
Fecha publicación :
04-11-2022
Más sobre el autor

Campos, Cristina

09 diciembre 2022

Catequesis sobre el discernimiento 11. La confirmación de la buena decisión

 (Cfr. www.almudi.org)

 



 El Papa continúa su catequesis sobre el discernimiento y pide reflexionar a la hora de tomar decisiones. #vaticano #papa #iglesia #catolico #iglesiacatolica #audienciageneral


El Papa ha continuado hoy su ciclo de catequesis sobre el tema del discernimiento indicando en esta ocasión los criterios que pueden ayudarnos a comprender la bondad de una elección realizada

Catequesis del Santo Padre en español

Texto completo de la catequesis del Santo Padre traducido al español

En el proceso del discernimiento, es importante estar atentos también a la fase que sigue inmediatamente a la decisión tomada, para captar los signos que la confirman o los que la desmienten. Debo tomar una decisión, hago el discernimiento, pro o contra, sentimientos, rezo… después termina ese proceso y tomo la decisión y luego viene esa parte en la que debemos estar atentos, ver. Porque en la vida hay decisiones que no son buenas y hay signos que la desmienten, mientras que para las buenas hay signos que la confirman.

Hemos visto de hecho cómo el tiempo es un criterio fundamental para reconocer la voz de Dios en medio de otras muchas voces. Solo Él es Señor del tiempo: es una marca de garantía de su originalidad, que lo diferencia de las imitaciones que hablan en su nombre sin lograrlo. Uno de los signos distintivos del buen espíritu es que comunica una paz que dura en el tiempo. Si haces una profundización, después tomas la decisión y eso te da una paz que dura en el tiempo, es una buena señal e indica que el camino ha sido bueno. Una paz que trae armonía, unidad, fervor, celo. Sales del proceso de profundización mejor de cómo entraste.

Por ejemplo, si tomo la decisión de dedicar media hora más a la oración, y después me doy cuenta de que vivo mejor los otros momentos del día, estoy más sereno, menos ansioso, desempeño con más cuidado y gusto el trabajo, incluso las relaciones con algunas personas difíciles se vuelven más fáciles…: todos esos son signos importantes que sostienen la bondad de la decisión tomada. La vida espiritual es circular: la bondad de una elección es beneficiosa para todos los ámbitos de nuestra vida. Porque es participación en la creatividad de Dios.

Podemos reconocer algunos aspectos importantes que ayudan a leer el tiempo posterior a la decisión como posible confirmación de su bondad, porque el tiempo siguiente confirma la bondad de la decisión. Estos aspectos importantes ya los hemos visto, de alguna manera, a lo largo de estas catequesis, pero ahora encuentran una aplicación ulterior.

Un primer aspecto es si la decisión es considerada como un posible signo de respuesta al amor y a la generosidad que el Señor tiene hacia mí. No nace del miedo, no nace de un chantaje afectivo o de una obligación, sino que nace de la gratitud por el bien recibido, que mueve el corazón a vivir con liberalidad la relación con el Señor.

Otro elemento importante es la conciencia de sentirse en su sitio en la vida —esa tranquilidad: “Estoy en mi lugar”— y sentirse parte de un diseño más grande, al que se desea ofrecer la propia contribución. En la plaza de San Pedro hay dos puntos precisos —los focos de la elipse— desde donde se ven las columnas de Bernini perfectamente alineadas. De manera análoga, el hombre puede reconocer que ha encontrado lo que está buscando cuando su día se vuelve más ordenado, advierte una creciente integración entre sus múltiples intereses, establece una correcta jerarquía de importancia y logra vivir todo con facilidad, afrontando con renovada energía y fortaleza de ánimo las dificultades que se presentan. Estas son las señales de que has tomado una buena decisión.

Otro buen signo, por ejemplo, de confirmación es permanecer libres respecto a lo decidido, dispuestos a volver a cuestionarlo, también a renunciar ante posibles desmentidos, tratando de encontrar en ellos una posible enseñanza del Señor. Esto no porque Él quiera privarnos de lo que más queremos, sino para vivirlo con libertad, sin apego. Solo Dios sabe qué es verdaderamente bueno para nosotros. Ser posesivo es enemigo del bien y mata el afecto, estad atentos a esto, ser posesivo es enemigo del bien, mata el afecto: los muchos casos de violencia en ámbito doméstico, de los que por desgracia tenemos noticias frecuentes, nacen casi siempre de la pretensión de poseer el afecto del otro, de la búsqueda de una seguridad absoluta que mata la libertad y sofoca la vida, haciéndola un infierno.

Solo podemos amar con libertad, por eso el Señor nos ha creado libres, libres también de decirle que no. Nos conviene darle lo que más queremos, nos permite vivirlo de la mejor manera posible y en la verdad, como un don que nos ha hecho, como un signo de su bondad gratuita, sabiendo que nuestra vida, como toda la historia, está en sus manos benévolas. Es lo que la Biblia llama el temor de Dios, es decir, el respeto de Dios, no que Dios me asuste, no, sino un respeto, una condición indispensable para acoger el don de la Sabiduría (cfr. Sir 1,1-18). Es el temor que expulsa cualquier otro temor, porque está orientado a Aquel que es Señor de todas las cosas. Frente a Él nada puede inquietarnos. Es la experiencia asombrada de san Pablo, que decía: «He aprendido a vivir en la pobreza, he aprendido a vivir en la abundancia, estoy acostumbrado a todo en todo lugar, a la hartura y a la escasez, a la riqueza y a la pobreza. Todo lo puedo en Aquel que me conforta» (Fil 4,12-13). Ese es el hombre libre, que bendice al Señor tanto cuando vienen las cosas buenas como cuando vienen las cosas no tan buenas: ¡bendito sea y adelante!

Reconocer esto es fundamental para una buena decisión, y tranquiliza sobre lo que no podemos controlar o prever: la salud, el futuro, las personas queridas, nuestros planes. Lo que cuenta es que nuestra confianza esté puesta en el Señor del universo, que nos ama inmensamente y sabe que podemos construir con Él algo maravilloso, algo eterno. Las vidas de los santos nos lo muestran de la forma más hermosa. Vayamos siempre adelante tratando de tomar las decisiones así, en la oración y sintiendo qué sucede en nuestro corazón e ir adelante lentamente, ¡ánimo!

Saludos

Saludo cordialmente a las personas de lengua francesa, en particular a os jóvenes del Colegio Saint Régis-Saint Michel de Puy-en-Velay. Hermanos y hermanas, mañana celebraremos la fiesta de la Inmaculada Concepción. Pidamos por intercesión de la Virgen María la gracia de saber tomar buenas decisiones para llevar una vida de santidad bajo la mirada de Dios y en el amor del prójimo. ¡Dios os bendiga!

Doy la bienvenida a todos los peregrinos de lengua inglesa presentes en la Audiencia de hoy, especialmente a los de Australia, India, Singapur y Estados Unidos de América. A cada uno y vuestras familias llegue el deseo de un fecundo camino de Adviento, para acoger, en Navidad, al Niño Jesús, Hijo de Dios y Príncipe de la paz. ¡Dios os bendiga!

Dirijo un cordial saludo a los peregrinos de lengua alemana. Que el temor de Dios llene nuestros corazones para que nada en este mundo nos pueda asustar o turbar. Interiormente libres, podremos reconocer cada vez mejor la voluntad del Señor en la que hallamos la verdadera paz y la alegría duradera. Bendigo de corazón a los aquí presentes y a vuestros paisanos.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Mañana celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Pidamos a nuestra Madre que nos ayude a tomar buenas decisiones y cumplirlas, para mayor gloria de Dios y bien de nuestro prójimo. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

Queridos peregrinos de lengua portuguesa, ¡bienvenidos! En vísperas de la fiesta de la Inmaculada Concepción, queremos pedir la gracia de buscar la voluntad de Dios en todo y sobre todo. Mientras Eva se dejó seducir para desobedecer a Dios, la Virgen María se dejó persuadir por el Ángel para obedecer: «Hágase en mí según tu palabra». Así se convirtió en la causa de nuestra Salvación, dándonos al Salvador... ¡y fue Navidad! Como María, preparemos nuestro corazón para acoger y ofrecer a Jesús en Navidad. Estos son mis deseos y también la bendición de Dios.

Saludo a los fieles de lengua árabe. Dios quiere que le amemos, no que le temamos. Y Él también nos quiere hijos, no esclavos. Por eso el Señor nos creó libres para amarlo, porque sólo podemos amar en libertad. ¡Que el Señor os bendiga a todos y os proteja siempre de todo mal!

Saludo cordialmente a todos los peregrinos polacos. El pasado lunes, el Centro de Relaciones Católico-Judías de la Universidad Católica de Lublin conmemoró el aniversario de la “Operación Reinhardt”. Durante la Segunda Guerra Mundial provocó el exterminio de casi dos millones de víctimas, sobre todo de origen judío. Que el recuerdo de este horrible acontecimiento suscite en todos propósitos y acciones de paz. Y la historia se repite, se repite. Ahora veamos lo que pasa en Ucrania. Recemos por la paz. Bendigo de corazón a los aquí presentes y a vuestros compatriotas.

Dirijo una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. En particular, saludo a los profesores de los Seminarios de los territorios de las Nuevas Iglesias Particulares, reunidos para un curso organizado por el Dicasterio para la Evangelización; a los participantes en la escuela de formación del Movimiento de los Focolares —¡siempre sonríen!— y los participantes en la conferencia promovida por Pax Christi Internacional. Saludo también a la asociación AVIS de Brindisi, a los fieles de Andria y a los de Pontecurone, pueblo que vio nacer a San Luigi Orione.

Por último, como de costumbre, mi pensamiento se dirige a los jóvenes, enfermos, ancianos y recién casados, ¡que son tantos! Mañana es un bonito día, se celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción: con la mirada puesta en la Virgen María, sed siempre audaces en la promoción de los valores del espíritu. A Ella, dulcísima madre, le pedimos, que sea consuelo para los probados por la brutalidad de la guerra, especialmente para la atormentada Ucrania. ¡Receos por este pueblo mártir que tanto sufre!

Fuente: vatican.va / romereports.com

 Traducción de Luis Montoya

Meditacion Domingo 3º (A)

 (Cfr. www.almudi.org)

 

 

La alegría del Adviento

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.» (Mateo 11, 2-11).

I. En la liturgia de la Misa, San Pablo nos da la razón fundamental para tener profunda alegría: el Señor está cerca. (Filipenses 4, 4) El Apóstol también nos da la clave para entender el origen de nuestras tristezas: nuestro alejamiento de Dios, por nuestros pecados o por la tibieza. Cuando para encontrar la felicidad se ensayan otros caminos fuera del que lleva a Dios, al final sólo se halla infelicidad y tristeza. La experiencia de todos lo que, de una forma u otra, volvieron la cara hacia otro lado (donde no estaba Dios), ha sido siempre la misma: han comprobado que fuera de Dios no hay alegría verdadera. Encontrar a Cristo, y volverlo a encontrar, supone una alegría profunda siempre nueva. La alegría es tener a Jesús, la tristeza es perderle.

II. El cristiano debe ser un hombre esencialmente alegre. Sin embargo, la nuestra no es una alegría cualquiera, es la alegría de Cristo, que trae la justicia y la paz, y sólo Él puede darla y conservarla, porque el mundo no posee su secreto. El cristiano lleva su gozo en sí mismo, porque encuentra a Dios en su alma en gracia. Esta es la fuente permanente de su alegría. Tener la certeza de que Dios es nuestro Padre y quiere lo mejor para nosotros nos lleva a una confianza serena y alegre, también ante la dureza, en ocasiones, de lo inesperado. No hay tristeza que Él no pueda curar: no temas, ten sólo fe (Lucas 8, 50), nos dice el Señor. Nos dirigimos a Él en un diálogo íntimo y profundo ante el Sagrario, y en cuanto abramos nuestra alma en la Confesión encontraremos la fuente de la alegría. Nuestro agradecimiento se manifestará en mayor fe y en una esperanza que alejen toda tristeza, y en preocupación por los demás.

III. Un alma triste está a merced de muchas tentaciones. La tristeza nace del egoísmo, de pensar en uno mismo con olvido de los demás, de la indolencia en el trabajo, de la falta de mortificación, de la búsqueda de compensaciones, del descuido en el trato con Dios. Para poder conocer a Cristo, poder servirle, y darlo a conocer a los demás, es imprescindible no andar excesivamente preocupados por nosotros mismos. Solamente así, con el corazón puesto en Cristo, podemos recuperar la alegría, si la hubiéramos perdido. Esta es una de las grandes misiones del cristiano: llevar alegría a un mundo que está triste porque se va alejando de Dios. Preparemos la Navidad junto a Santa María y en nuestro ambiente fomentando un clima de paz cristiana, brindaremos muchas pequeñas alegrías y muestras de afecto a quienes nos rodean. Los hombres necesitan pruebas de que Cristo ha nacido en Belén, nuestra alegría se las dará.

Textos basados en ideas de Hablar con Dios de F. Fernández Carvajal.



Homilía Domingo 3º Adviento (A)

 (Cfr. www.almudi.org)

 

Homilia basada en el Catecismo de la Iglesia Católica


Los que han puesto en Cristo su esperanza no conocen el miedo porque Cristo es la garantia de nuestro presente y de nuestro mañana

I. LA PALABRA DE DIOS

Is 35,1-6a.10: Dios vendra y nos salvará
Sal 145,6-10: Ven, Señor, a salvarnos
St 5,7-10: Manteneos firmes porque la venida del Señor está cerca
Mt 11,2-11: ¨Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

II. APUNTE BIBLICO-LITÚRGICO

Las calamidades y el dolor habían sumido a Israel en la pesadumbre y el desánimo. El Profeta anuncia que el poder de Yavé traerá un nuevo estado de cosas. Mucho de lo que Isaías anuncia lo realizó Jesús. Pero lo que importaba entonces es que el ansia de un futuro nuevo mantuviera la ilusión del mañana.

Santiago ha afirmado: No sabéis Qué será vuestra vida mañana y va a fiar al si Dios quiere el futuro de los cristianos (única vez en toda la Biblia que se usa la fórmula tan popular entre nosotros, si Dios quiere). Y con el anuncio de que el Señor está cerca invitar a la esperanza y a la fortaleza a los que sufren.

Al elogiar a Juan, Jesús quiere dirigir su mirada más lejos: a pesar de todo, el Bautista está en la antesala del Reino; los que creemos en Jesucristo estamos dentro del todo. Y por eso somos más importantes.

III. SITUACIÓN HUMANA

Nuestra sociedad puede ser calificada de lo inmediato, es decir, de lo que se tiene a mano, porque del futuro nadie se fía.

Vivir el día a día se opone a la mirada hacia el mañana, porque se le teme. No se sabe muy bien por Qué; pero se tiene miedo al futuro. Este miedo conoce muchas formas de ser combatido. Una de ellas es la creciente afición por el esoterismo y las ciencias ocultas. La vieja tentación del Génesis sigue en pie.

IV. LA FE DE LA IGLESIA

La fe
– El destino del mundo es ser transformado: Así pues, el universo visible también est destinado a ser transformado, a fin de que el mundo mismo restaurado a su primitivo estado, ya sin ningún obst culo est‚ al servicio de los justos, participando en su glorificación en Jesucristo resucitado (1047; cf 1048. 1050).
– En este universo nuevo, Dios tendrá su casa entre los hombres: 1044. 1045.

La respuesta
– Dios da a los suyos el tiempo de salvación para que se conviertan: El mensaje del Juicio final llama a la conversión mientras Dios da a los hombres todavía «el tiempo favorable, el tiempo de salvación» (2 Co 6,2). Inspira el santo temor de Dios. Compromete para la justicia del Reino de Dios. Anuncia la «bienaventurada esperanza» (Tt 2,13) de la vuelta del Señor que «vendra para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creido» (2 Ts 1,10) (1041; cf 2854).
– Conversión de la sociedad a la jerarquía de valores: 1886. 1887. 1888. 1889.

El testimonio cristiano
– Juan era en todo parecido a Cristo. La voz o la palabra es la representación de la idea. Juan representaba en todo a Cristo. Le anunciaron los ángeles, nació de una mujer estéril .... Así deben ser los predicadores cristianos. Libres de toda preocupación, han de predicar no sólo con su palabra, sino con su vida, luz del mundo y sal de la tierra (San Roberto Belarmino, Sermón sobre el Bautista).

– Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo (Misal Romano, Embolismo) (2854).

Cuando el hombre se cree dueño del futuro, este se vuelve contra él; cuando la fe le convence de que es Dios, se convierte en salvación.

 

04 diciembre 2022

PELICULA DE LA SEMANA (2 Dic): Cinco lobitos

 (Cfr. www.filmaffinity.com)

 

Título original
Cinco lobitos
Año
Duración
104 min.
País
España España
Dirección
Guion
Alauda Ruiz de Azúa
Música
Aránzazu Calleja
Fotografía
Jon D. Domínguez
Reparto
Compañías
Encanta Films, Sayaka Producciones, Buena Pinta Media, RTVE. Distribuidora: BTeam Pictures
Género
Drama | Familia. Maternidad
Sinopsis
Amaia (Laia Costa) acaba de ser madre y se da cuenta de que no sabe muy bien cómo serlo. Al ausentarse su pareja por trabajo unas semanas, decide volver a casa de sus padres, en un bonito pueblo costero del País Vasco, y así compartir la responsabilidad de cuidar a su bebé. Lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora sea madre, no dejará de ser hija. (FILMAFFINITY)
Posición en rankings FA
Premios
2022: Premios Goya: 11 noms. incluyendo mejor película, guion y dirección novel
2022: Premios Feroz: 7 nominaciones incl. mejor película drama y dirección
2022: Festival de Málaga: 5 premios, incluyendo Mejor película y guion
Críticas

 

LIBRO DE LA SEMANA (2 Dic): Y ahora supera mi beso

 (Cfr. www.todostuslibros.com)

 

 

Autor/a: Maxwell, Megan

Hola, me llamo Amara y estoy aquí no para hablaros de mí, sino de Liam Acosta, ese guapísimo empresario que se dedica al negocio del vino en Tenerife y que sigue soltero porque qui...
978-84-08-26429-3 / Esencia
16,90€
(16,25€ sin IVA) 
 
 

Sinopsis

Ficha Técnica

Materias:
Narrativa romántica | Ficción erótica | Ficción moderna y contemporanea | Narrativa romántica adulta y contemporánea
Editorial:
Esencia
Colección:
Romántica Contemporánea
Encuadernación:
Tapa blanda o Bolsillo
País de publicación :
España
Idioma de publicación :
Castellano
Idioma original :
Castellano
Autor/a: :
Maxwell, Megan
ISBN:
978-84-08-26429-3
EAN:
9788408264293
Dimensiones:
215 x 145 mm.
Peso:
564 gramos
Nº páginas:
576
Fecha publicación :
23-11-2022

Catequesis sobre el discernimiento 10. La consolación verdadera

 (Cfr. www.almudi.org)

 

 


Francisco ha subrayado, durante la Audiencia general de hoy que "la auténtica consolación es una especie de confirmación" de que estamos caminando por los caminos de Dios, "es decir, por los caminos de la vida, de la alegría y de la paz"

Catequesis del Santo Padre en español

Texto completo de la catequesis del Santo Padre traducido al español

Continuando nuestra reflexión sobre el discernimiento, y en particular sobre la experiencia espiritual llamada “consolación”, de la que hablamos el otro miércoles, nos preguntamos: ¿cómo reconocer el verdadero consuelo? Es una pregunta muy importante para el buen discernimiento, y no ser engañados en la búsqueda de nuestro verdadero bien.

Podemos encontrar algunos criterios en un pasaje de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. «Debemos mucho advertir el discurso de los pensamientos –dice San Ignacio–; y si el principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel; mas si en el discurso de los pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala o distraída, o menos buena que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o la enflaquece o inquieta o conturba al ánima, quitándola su paz, tranquilidad y quietud que antes tenía, clara señal es proceder de mal espíritu» (n. 333). Porque es verdad: hay consuelo verdadero, pero también hay consuelos que no son verdaderos. Y para eso necesitamos entender bien el camino de la consolación: ¿cómo va y adónde me lleva? Si me lleva a algo que no va bien, que no es bueno, el consuelo no es real, es “postizo”, digamos así.

Y estas son indicaciones valiosas, que merecen un breve comentario. ¿Qué significa que el principio está inclinado al bien, como dice San Ignacio de un buen consuelo? Por ejemplo, tengo el pensamiento de rezar, y noto que va acompañado de afecto hacia el Señor y al prójimo, nos invita a hacer gestos de generosidad, de caridad: es un buen principio. En cambio, puede suceder que surja ese pensamiento para evitar un trabajo o una tarea que me ha sido encomendada: ¡cada vez que tengo que lavar los platos o limpiar la casa, tengo un gran deseo de ponerme a rezar! Eso sucede en los conventos. Pero la oración no es una evasión de los deberes, al contrario, es una ayuda para lograr el bien que estamos llamados a hacer, aquí y ahora. Esto, sobre el principio.

Luego está el medio: San Ignacio dijo que el principio, el medio y el fin deben ser buenos. El principio es ese: quiero rezar para no lavar los platos: ve, lava los platos y luego vas a rezar. Luego está el medio, es decir, lo que viene después, lo que sigue a ese pensamiento. Siguiendo con el ejemplo anterior, si me pongo a rezar y, como hace el fariseo de la parábola (cfr. Lc 18,9-14), tiendo a complacerme a mí mismo y a despreciar a los demás, quizás con un corazón resentido y amargo, entonces esas son señales de que el mal espíritu usa ese pensamiento como llave de acceso para entrar en mi corazón y transmitirme sus sentimientos. Si voy a rezar y me vienen a la mente las palabras del famoso fariseo –“Te doy gracias, Señor, porque rezo, no soy como los demás que no te buscan, no oran”–, ahí, esa oración acaba mal. Esa consolación de rezar es sentirse como un pavo real ante Dios, y ese es el medio que no sirve.

Y luego está el fin: el principio, el medio y el fin. El fin es un aspecto que ya hemos visto, a saber: ¿adónde me lleva un pensamiento? Por ejemplo, a dónde me lleva el pensamiento de rezar. Por ejemplo, aquí puede pasar que me empeño en una obra hermosa y digna, pero eso me lleva a no rezar, porque estoy ocupado con tantas cosas, me encuentro cada vez más agresivo y enfadado, creo que todo depende de mí, hasta perder la confianza en Dios. Evidentemente aquí está la acción del mal espíritu. Me pongo a rezar, en la oración me siento omnipotente, y todo debe estar en mis manos porque soy el único que sabe llevar las cosas adelante: evidentemente no hay buen espíritu ahí. Hay que examinar cuidadosamente el camino de nuestros sentimientos y el camino de los buenos sentimientos, del consuelo, cuando quiero hacer algo. Cómo es el principio, cómo es el medio y cómo es el fin.

El estilo del enemigo –cuando hablamos del enemigo, hablamos del diablo, porque el diablo existe, ¡está!–, su estilo, lo sabemos, es presentarse de manera sutil, disfrazada: parte de lo que más apreciamos y luego nos atrae hacia él, poco a poco: el mal entra a escondidas, sin que la persona se dé cuenta. Y con el tiempo la suavidad se convierte en dureza: ese pensamiento se revela tal como es.

De ahí la importancia de ese examen paciente pero indispensable del origen y verdad de los propios pensamientos; es una invitación a aprender de las experiencias, de lo que nos pasa, para no seguir repitiendo los mismos errores. Cuanto más nos conocemos, más advertimos por dónde entra el mal espíritu, sus “contraseñas”, las puertas de entrada de nuestro corazón, que son los puntos en los que somos más sensibles, para prestarles atención de cara al futuro. Cada uno tiene sus puntos más sensibles, los puntos más débiles de nuestra personalidad: y por ahí entra el mal espíritu y nos lleva por el camino equivocado, o nos aparta del verdadero camino correcto. Voy a rezar pero me aleja de la oración.

Los ejemplos podrían multiplicarse como se desee, reflexionando sobre nuestros días. Por eso es tan importante el examen de conciencia diario: antes de terminar el día, detente un rato. ¿Qué ha pasado? No en los periódicos, ni en la vida: ¿qué ha pasado en mi corazón? ¿Mi corazón ha estado atento? ¿Ha crecido? ¿Ha sido un camino por donde pasaba de todo, sin darme cuenta? ¿Qué ha pasado en mi corazón? Y ese examen es importante, es el esfuerzo precioso de releer la experiencia desde un punto de vista particular. Darse cuenta de lo que está pasando es importante, es señal de que la gracia de Dios está obrando en nosotros, ayudándonos a crecer en libertad y conciencia. No estamos solos: el Espíritu Santo está con nosotros. Veamos cómo han ido las cosas.

La consolación auténtica es una especie de confirmación de que estamos haciendo lo que Dios quiere de nosotros, de que estamos caminando por sus senderos, es decir, por los caminos de la vida, de la alegría, de la paz. El discernimiento, en efecto, no se centra simplemente en el bien o en el mayor bien posible, sino en lo que me conviene aquí y ahora: estoy llamado a crecer en esto, poniendo límites a otras propuestas atractivas pero irreales, para no ser engañado en la búsqueda del verdadero bien.

Hermanos y hermanas, debemos comprender, avanzar en la comprensión de lo que pasa en mi corazón. Y para eso necesitamos un examen de conciencia, para ver qué ha pasado hoy. “Hoy me he enfadado ahí, no he hecho eso…”: pero, ¿por qué? Ir más allá del por qué es buscar la raíz de esos errores. “Pues, hoy estaba feliz pero me aburrí porque tenía que ayudar a esa gente, pero al final me sentí lleno, lleno por esa ayuda”: y ahí está el Espíritu Santo. Aprender a leer en el libro de nuestro corazón lo que ha pasado en el día. Hacedlo, sólo dos minutos, pero os hará bien, os lo aseguro.

Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua francesa, en concreto al liceo Sainte-Marie de Neuilly, de París. Hermanos y hermanas, hemos entrado en el tiempo de Adviento llenos de esperanza e imploramos con fervor al Príncipe de la Paz que traiga consuelo a nuestros corazones heridos, así como a las naciones atravesadas por guerras y crisis de todo tipo, por una vida digna y serena. ¡Dios os bendiga!

Doy la bienvenida a todos los peregrinos de lengua inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente a los de Inglaterra, Australia, Vietnam y Estados Unidos de América. Que cada uno y vuestras familias os deseo un fecundo camino de Adviento, para acoger, en Navidad, al Niño Jesús, Hijo de Dios y Príncipe de la Paz. ¡Dios os bendiga!

Dirijo un cordial saludo a los peregrinos de lengua alemana. Que la lámpara de nuestra fe en Cristo ilumine vuestras vidas en este tiempo de Adviento. Anclando nuestra esperanza en el Señor, podemos vencer todo engaño para alcanzar la plena felicidad.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Hoy celebramos la fiesta de san Andrés, el hermano de Pedro. Que este santo apóstol nos enseñe a buscar al Mesías en cada momento de nuestra vida y a anunciarlo con alegría a

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua portuguesa, especialmente a los grupos de la parroquia de Nossa Senhora do Perpétuo Socorro, en Cascavel, y de la parroquia de Santo António, en Salir de Matos. Hemos comenzado el tiempo de Adviento, en preparación a la venida de Jesús. Es el momento propicio para hacer un buen examen de conciencia y, si encontramos algo que no está bien, pedir perdón al Señor y retomar el buen camino. ¡Dios os bendiga y la Santísima Virgen os guarde!

Saludo a los fieles de lengua árabe. El discernimiento no debe ser simplemente sobre el bien o el mayor bien posible, sino sobre lo que es bueno para mí aquí y ahora. ¡Que el Señor os bendiga a todos y os proteja siempre de todo mal!

Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. En particular, los representantes de la Universidad de Ciencias de la Vida de Varsovia y del distrito de Biała Podlaska, que participan en la conferencia titulada: Los derechos humanos en la enseñanza de Juan Pablo II. Que la Virgen, que nos acompaña en el camino de Adviento, obtenga para vosotros y para todos los presentes el don de un corazón abierto a Dios y a los demás. Os bendigo de corazón.

Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. En particular, saludo a la Fundación Pro Loco d'Italia, al grupo de la Universidad Campus Biomédico de Roma y al de la Universidad de Cassino y del Sur del Lacio. Me alegra recibir a los niños “especiales” que han participado en el concurso nacional de pastelería y a los artistas circenses –los hemos visto– “Black Blues Brothers”.

Mis pensamientos, como siempre, se dirigen a los jóvenes, enfermos, ancianos y recién casados. El tiempo litúrgico de Adviento, que acaba de comenzar, nos invita a salir al encuentro del Señor que viene con la oración, la penitencia y las obras de caridad. Preparaos para celebrar el nacimiento de Jesús con la escucha asidua de la Palabra de Dios y la respuesta generosa a su gracia.

Hoy celebramos la Fiesta del Apóstol San Andrés, hermano de Simón Pedro, Patrono de la Iglesia que está en Constantinopla, donde acudió como de costumbre una Delegación de la Santa Sede. Deseo expresar mi afecto especial a mi querido hermano el Patriarca Bartolomé I y a toda la Iglesia de Constantinopla. Que la intercesión de los santos hermanos apóstoles Pedro y Andrés conceda pronto a la Iglesia gozar plenamente de su unidad y paz en el mundo entero, especialmente en este momento en la querida y martirizada Ucrania, siempre en nuestros corazones y en nuestras oraciones.

Fuente: vatican.va / romereports.com

Traducción de Luis Montoya