(Cfr. www.almudi.org)
«Cuando aceptamos emociones dolorosas, no se quedan más de lo
esperado; cuando las rechazamos, se intensifican y se hacen más fuertes»
La gratitud, la aceptación de las
emociones dolorosas, la práctica de ejercicio y el tiempo de calidad con
las personas que nos importan son algunas de las claves de la felicidad
que defiende Tal Ben-Shahar, pionero del estudio de la psicología
positiva en la Universidad de Harvard
«Ser feliz es algo que se debería
enseñar en las escuelas, como se enseña matemáticas o lengua»... A Tal
Ben-Shahar se le conoce como el gurú de la felicidad del siglo XXI. Fue
pionero en crear un seminario de psicología positiva en Harvard cuando
apenas se conocía la disciplina y a esas primeras clases solo se
apuntaron ocho alumnos. Hoy es uno de los catedráticos más populares de
esta universidad y sus clases superan los 1.400 alumnos por semestre.
Actualmente ofrece conferencias y
consultoría en todo el mundo y sus temas clave incluyen conceptos como
liderazgo, ética, felicidad, autoestima, educación o resiliencia. Además
ha publicado varios libros entre los que destacan 'Happier: Learn the
secrets to daily joy and lasting fulfillment', 'Short cuts to happiness:
life-changing lessons from my barber' y 'The Joy of Leadership: How
Positive Psycology can maximize your impact (and make yo happier) in a
challenging world'.
Esta semana Tal Ben-Shahar invita en el Congreso de Educación de SM,
'Ciento Volando' (14-15 de abril), a repensar el concepto de felicidad
en tiempos de pandemia. En ABC Bienestar le hemos consultado sobre
algunos de sus conceptos más potentes en torno a las relaciones
sociales, la amistad, el manejo de las emociones negativas o las rutinas
cotidianas para aumentar la felicidad.
¿Qué valores y actitudes debemos trabajar para ser felices en tiempos de pandemia?
Lo primero que debemos hacer cuando las
cosas se ponen difíciles es darnos permiso para ser humanos, para
abrazar cualquier emoción que surja, sin importar cuán desagradable o no
deseada sea. En lugar de rechazar el miedo o la frustración, la
ansiedad o la ira, es mejor permitir que sigan su curso natural.
¿Y cómo expresar las emociones en lugar de reprimirlas?
- Podemos escribir un diario, escribir
sobre lo que sea que estemos sintiendo. También podemos abrirnos, hablar
con personas en las que confiamos. Y, por supuesto darnos permiso para
abrir nuestras compuertas y llorar en lugar de contener las lágrimas.
Expresar gratitud puede ayudarnos en
momentos difíciles. Numerosas investigaciones confirman que nuestros
músculos apreciativos nos hacen más felices y saludables. Dedica dos
minutos al día, al despertar o antes de acostarse, a escribir las cosas
por las que estás agradecido. Siempre podemos encontrar algo por lo que
estar agradecidos, incluso en medio de las dificultades. Tanto si tu
lista incluye elementos importantes como si son menores, los beneficios
de la práctica pueden ser sustanciales. Porque cuando agradecemos lo
bueno, lo apreciamos, le damos valor.
Y también ayuda hacer ejercicio. Es
lamentable que una de las primeras cosas que se queden en el camino en
tiempos estresantes es nuestra inclinación a movernos. Pero no hay un
momento más importante para hacer ejercicio que ahora. Camina 30 minutos
al aire libre o, si estás en cuarentena en tu casa, participa en una de
las muchas prácticas de entrenamientos de alta intensidad o HIIT
disponibles online. El ejercicio no solo nos hace más fuertes
físicamente, sino que contribuye significativamente a nuestra fortaleza
psicológica.
¿Y qué hay de nuestras relaciones con los demás?
Las relaciones son posiblemente el
predictor número uno de la salud física y mental. Siempre es importante
pasar tiempo de calidad con las personas que nos importan y que se
preocupan por nosotros, especialmente en tiempos de estrés. Y aunque el
atractivo de las pantallas pueda ser más fuerte que el de las personas
reales, no proporciona los beneficios psicológicos y fisiológicos de las
interacciones cara a cara. Siempre que sea posible, desconéctate (de la
tecnología) para conectarte (con las personas).
¿Cómo afrontar el aluvión de malas noticias?
- La mejor manera de lidiar con el
impacto deprimente y desmoralizador del constante aluvión de malas
noticias es la distracción. La distracción no es sinónimo de negación.
No estamos enterrando la cabeza en la arena cuando pensamos en algo más
que en la amenaza del Covid-19. De hecho, pensar constantemente en el
virus porque es de lo que todo el mundo habla, es insalubre e inútil.
¿Entonces qué podemos hacer? Hay innumerables opciones. Ver tu serie
favorita, escuchar la música que amas, dedicarte a un pasatiempo, jugar
con tu familia y amigos... Todo esto puede constituir una forma
saludable de distracción.
Shakespeare escribió que «no hay nada
bueno ni malo pero el pensamientos lo hace así». Si bien el dramaturgo
británico podría haber llevado este replanteamiento demasiado lejos, lo
cierto es que tenemos un gran control sobre cómo interpretamos y, por
tanto experimentamos, una situación. Pregúntate cuáles son las posibles
ventajas de la situación actual. Reenfocar no implica que debas o puedas
regocijarte en lo que pasa. Las cosas no necesariamente suceden para
bien, pero puedes optar por aprovecharlas al máximo.
¿Cuáles son los principales enemigos de la felicidad en tiempos de pandemia?
Hoy en día es principalmente la tecnología, o más bien la adicción a la tecnología. ¡Lo virtual se relaciona con lo real!
«Las cosas no necesariamente suceden para bien, pero puedes optar por aprovecharlas al máximo»
Y cómo se hace un buen uso de la tecnología para ser felices?
Debemos limitar nuestro consumo de
tecnología. La moderación es clave. Hacer un buen uso de la tecnología
significa usarla para facilitar las interacciones cara a cara, y cuando
no podamos tener estas reuniones en persona se usa la tecnología para
tener conversaciones profundas y significativas.
Durante la pandemia hemos cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás, ¿cómo afecta esto a la salud mental?
Las relaciones son fundamentales para la
felicidad verdadera y duradera. Hay dos cosas que son importantes en
nuestro enfoque de las relaciones. Primero, que las prioricemos. Hoy en
día, demasiadas personas dan prioridad al trabajo y/o el dinero, y las
relaciones pasan a un segundo plano. El tiempo con las personas que nos
importan y que se preocupan por nosotros es fundamental para la
felicidad. En segundo lugar, las relaciones deben ser reales. Mil amigos
en las redes sociales no sustituyen al mejor amigo. Las interacciones
cara a cara, sin la interferencia de la tecnología, son importantes. Y
si no podemos encontrarnos cara a cara debido al distanciamiento social,
entonces debemos hacer todo lo posible para mantener relaciones
profundas en lugar de caer en la superficialidad.
¿Influye nuestro carácter en la percepción de la felicidad?
Si bien hay algún componente genético en
nuestra felicidad (algunas personas nacen con una disposición feliz y
otras no), nuestros genes definen un rango, no un punto fijo. Todos
podemos volvernos significativamente más felices, aunque algunas
personas lo tengan más fácil que otras. Y la mayoría de las personas no
alcanzan su potencial de felicidad. Así que sí, algunas personas tienden
a la tristeza, la ansiedad o la ira más que otras y, sin embargo,
todavía tenemos mucho control sobre lo que hacemos con nuestra
predisposición genética.
«Algunas personas tienden a la tristeza,
la ansiedad o la ira más que otras y, sin embargo, todavía tenemos
mucho control sobre lo que hacemos con nuestra predisposición genética»
¿Existen las personas tóxicas?
Si. Las emociones son contagiosas, así
que cuando estamos rodeados de personas optimistas nos volvemos más
optimistas, y cuando estamos rodeados de personas pesimistas nos
volvemos más pesimistas. De manera similar, las personas que se quejan
mucho, por supuesto, impactan en nuestro bienestar, y comenzamos a ver
lo negativo en las cosas más de lo que solemos ver. Dicho esto lo que
tampoco queremos es gente que ignore lo que es malo o negativo en el
mundo. La mejor visión del mundo es la realista. Hay altibajos en el
mundo, positivos y negativos.
Usted defiende que las emociones que consideramos negativas ayudan a ser felices...
- En primer lugar, las emociones
dolorosas son naturales y no hay mucho que podamos hacer al respecto.
Necesitamos abrazarlas y aceptarlas en lugar de luchar y rechazarlas.
Cuando aceptamos emociones dolorosas, no se quedan más de lo esperado;
cuando las rechazamos, se intensifican y se hacen más fuertes.
En segundo lugar, también aprendemos y
crecemos a partir de experiencias dolorosas: nos volvemos más reflexivos
y empáticos hacia los demás.
«Cuando aceptamos emociones dolorosas,
no se quedan más de lo esperado; cuando las rechazamos, se intensifican y
se hacen más fuertes»
¿Cuáles son las mejores técnicas para entrenar la mente para ser más feliz?
La meditación de atención plena es una
práctica poderosa que literalmente puede cambiar la forma en que
funciona el cerebro. Además, expresar gratitud con regularidad puede ser
muy útil para ayudarnos a ser más positivos, optimistas y, en última
instancia, más felices.
¿Qué es lo más importante que debemos enseñarle a un niño para que aprenda a ser feliz?
Que la vida no siempre es fácil y que
inevitablemente experimentarán penurias y dificultades, dolor y
tristeza. Al mismo tiempo, hay cosas que pueden hacer para ayudarse a sí
mismos y a otros a lidiar con estas dificultades y experimentar
alegría, amor y felicidad.
¿Es usted feliz?
Ciertamente soy más feliz hoy que hace
30 años cuando comencé a estudiar la felicidad. Al mismo tiempo, espero
ser más feliz en cinco o diez años de lo que soy hoy. La felicidad no es
un punto que hay que alcanzar, sino más bien un viaje, un viaje que
termina cuando termina la vida.
Raquel Alcolea, en abc.es/