(Cfr www.fotogramas.es)
Dirección: Emmanuel Carrère Reparto: Juliette Binoche, Hélène Lambert, Léa Carne, Emily Madeleine, Patricia Prieur, Evelyne Porée Título original: Le Quai de Ouistreham País: Francia Año: 2021 Fecha de estreno: 28–01-2022 Género: Drama Guion: Emmanuel Carrère, Hélène Devynck. Novela: Florence Aubenas Fotografía: Patrick Blossier Sinopsis: Marianne Winckler, una reconocida autora, decide escribir un libro sobre la precariedad laboral viviendo esta realidad de primera mano. Para ello, ocultando su identidad, consigue trabajo como limpiadora en un pueblo de Normandía, al norte de Francia, y descubre una vida ignorada por el resto de la sociedad en la que cada euro ganado o gastado importa. Pese a la dureza de la experiencia, la solidaridad entre compañeros crea fuertes lazos de amistad entre Marianne y ellos. La ayuda mutua conduce a la amistad y la amistad a la confianza pero ¿qué pasa con esta confianza cuando la verdad sale a la luz?
En su arranque, el tercer largometraje dirigido por el también escritor Emmanuel Carrère nos recuerda al cine de los hermanos Dardenne o de Ken Loach. La película nos sumerge en las tribulaciones de diversos personajes en una oficina de empleo en Caen, en Normandía, en un retrato desgarrador y certero de la cara cotidiana de la precariedad laboral y de los límites de los servicios sociales que intentan aplacarla. Pero, a medida que avanza el metraje, la voz en off de la principal protagonista, Marianne, a quien interpreta Juliette Binoche, introduce un elemento de distorsión. Y nos damos cuenta de que la actriz no interpreta a una mujer de mediana edad en el paro. Sino que da vida a un personaje que a su vez se hace pasar por alguien en bus- ca de empleo. Carrère podría haber destapado la identidad de la protagonista, una escritora que se pone en la piel de una desempleada para poder explicar la precariedad desde la propia experiencia, desde el principio dado el origen literario del proyecto. Pero, a través de este juego con el espectador sitúa la historia en el territorio que más le interesa. Porque 'En un muelle de Normandía' se despliega, efectivamente, como un drama sobre la explotación laboral de las trabajadoras de la limpieza. Sin embargo, la película no se queda aquí y también encierra una reflexión muy en la línea del autor de 'El adversario' sobre cómo ciertas aproximaciones realistas implican siempre cierta dosis de impostura.
El director opera en las coordenadas de la docuficción a partir de la estrategia inaugurada por Roberto Rossellini en 'Stromboli': inserta a una actriz de sobra conocida en un contexto realista de manera que, por un lado, Binoche funciona como un artificio que nos recuerda la naturaleza construida del film, y por el otro, cohesiona la vertiente melodramática del documento social. Para acabar interrogándose sobre la honestidad de quien fuerza un escenario ficticio para narrar desde el yo una realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario