(Cfr. www.almudi.org)
“La envidia no siempre es material, a veces la gente siente celos por tu personalidad, tu espíritu, tu energía, tu esfuerzo y tus ganas de superarte”. Anónimo.
“No odies a los que tienen envidia de ti; respeta sus celos...porque ellos piensan que eres mejor que ellos”. Anónimo.
La envidia es el único pecado capital que lleva en si misma la penitencia.
Sacha Guitry, actor, dramaturgo, escenógrafo, director de cine y guionista cinematográfico francés, decía: ”Si los que hablan mal de mí supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, hablarían peor”.
La famosa expresión “Ladran, Sancho, señal que cabalgamos” es ampliamente utilizada para señalar que algo o alguien avanza a pesar de las críticas, los impedimentos y los problemas que se le pueden ir presentando.
Durante mucho tiempo se tuvo la certeza de que dicha expresión había sido extraída de la obra Don Quijote de la Mancha, pero en ninguna de sus dos partes aparece referencia alguna, ni algo que se le parezca. La mayoría de expertos señalan que la primera constancia escrita de una expresión similar, y que podría haber dado origen a esta, fue obra del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien en 1808 publicó el poema titulado ‘Ladran’ (Kläffer), el cual decía:
En busca de fortuna y de placeres
Más siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos
El refrán dice “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” para sintetizar esos casos en los que una persona se atribuye una virtud, pero no tarda en dar señales que contradicen eso mismo que pregona, cual es el caso.
Pablo Krantz, músico y escritor argentino nacido en 1970 en Buenos Aires, con seis discos y siete libros publicados en Argentina, Francia y España, dice: ”Este mundo está lleno de inhabilitados mentales buscando un enemigo que le dé sentido a sus vidas y justificación a sus miserias. No le regales tu enemistad a un simple idiota”.
La Madre Teresa de Calcuta decía:“ Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado. Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica. La crítica es el cáncer del corazón”.
Si lo mezclamos todo nos da el perfil de los personajillos que, de incógnito, se dedican a despotricar de aquellos que tienen la hombría de poner por escrito lo que piensan y no se esconden detrás del anonimato que les da internet.
No tienen el valor, ni los conocimientos, ni siquiera conocen el significado de alguna de las palabras que sueltan, tal parece que las juntan porque así quedan guay, que es a lo único que llegan en su triste vida.
Como dice el refrán: “No ofende quien quiere”, y tú no puedes. ¿Capisci?
Miquel Pascual Aguiló, en mallorcadiario.com/
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